La Inteligencia Artificial en la psicología

¿La IA como terapeuta psicólogico?

Actualmente, la ciencia de datos potencia aplicaciones en diversas disciplinas, incluyendo la psicología. El almacenamiento y análisis de datos permite elaborar diagnósticos basados en sintomatologías de manuales como el DSM-5 (Baig, 2023). 

Mediante aprendizaje automático, la IA identifica patrones en pruebas psicométricas estandarizadas, acelerando la detección de tendencias y acciones terapéuticas (López y Rodríguez, 2024).

Los profesionales de salud mental pueden introducir características del paciente en sistemas de IA entrenados, obteniendo diagnósticos y prescripciones iniciales (Contenidos, 2021). Incluso existen chatbots que ofrecen terapia cognitivo-conductual básica, democratizando el acceso a apoyo psicológico (López y Rodríguez, 2024, p. 439).

Estas tecnologías brindan beneficios en áreas específicas como en:

  • Diagnósticos estandarizados(trastornos del DSM-5)
  • Eficiencia y precisiónen terapias estructuradas que están basadas en generar tareas, patrones de actividad.
  • Acceso ampliadoa poblaciones desatendidas o tienen dificultades para tener acceso a una consulta psicológica.

 Sin embargo, al recolectar datos personales, la IA enfrenta desafíos éticos:

  • Privacidad vulnerable: Es posible que datos sensibles sean expuestos a filtraciones, a un uso comercial, como se da en la actualidad con todo lo que se maneja en internet.
  • Fiabilidad cuestionable: Sistemas programados por no especialistas en el área de la salud mental y psicoterapia (Cerrato, 2024).
  • Brecha de acceso: Costos que excluyen a comunidades vulnerables y de bajos recursos económicos.

 Por ello, es importante, retomar lo que cuestiona el psicoanálisis, en relación a las implicaciones subjetivas del uso excesivo de IA, en la:

  • Relación deshumanizada: Ausencia del «otro» real, generando identificaciones imaginarias, es decir, quien escucha no será un terapeuta, sino un algoritmo avanzado, ¿Qué ideaciones imaginarias se podrán en juego?
  • Programación emocional: Respuestas limitadas al entrenamiento del algoritmo o casos semejantes, tal como se hace con el manual DMS-5, los síntomas se estandarizan, sin escuchar la singularidad de cada caso.
  • Alienación capitalista: Promueve la funcionalidad sobre el bienestar (Obiglio, 2024). Esto ultimo es relevante, puesto que, en la actualidad el discurso capitalista impera en toda la realidad humana. Tratando de satisfacer todo tipo de “necesidad, mientras seas funcional para producir”.

 En conclusión, La ciencia de datos y la IA ofrece herramientas valiosas si:

Se implementa con regulación ética por organismos autónomos; evita reemplazar la relación terapéutica humana en abordajes profundos como el psicoanálisis, la humanista, logoterapia y otras corrientes en las que es fundamental el encuentro con el otro. Se combaten los riesgos sobre la dependencia tecnológica, retrocesos cognitivos y sesgos algorítmicos.

Como herramienta auxiliar, la IA puede ampliar el alcance de la salud mental, pero jamás sustituirá la escucha genuina que revela lo más profundo de cada ser humano.

Referencias bibliográficas 

  1. Baig, E. C. (2023). La inteligencia artificial podría ser tu próximo terapeuta. AARP.
  2. Cerrato, F. (2024). El desafío de la IA en psicología y salud mental. Biotech Magazine.
  3. Contenidos (2023). ¿Cómo se aplica la IA en la psicología?. Inteligencia-Artificial.dev. López, L. A. y Rodríguez, M. A. (2024).
  4. Ética de la IA en evaluación psicológica. Ciencia Latina.
  5. Obiglio, N. (2024). Psicoanálisis e IA: La problemática de la identificación. La Época APA.

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